Parece mentira, pero cada vez que hablo con alguien sobre los cuidados de la piel las personas acaban confesándome la poca importancia que le dedican a la piel corporal.
La piel es el órgano más grande del cuerpo, el más expuesto, es el espejo de nuestra salud. La piel es nuestro caparazón pero es delicado y necesita muchos mimos y cuidados.
La piel no debe cuidarse por temporadas, debe cuidarse a diario. Cuidarse la piel no tiene porqué ser una tarea sino una rutina, así como lo es ducharse, lavarse los dientes o peinarse.
La mejor manera de encontrar la crema ideal es probar, por eso siempre recomiendo nuevas marcas o productos que llegan a casa. El año pasado conocí KNEIPP, una marca local (Mataró, Cataluña) de productos de belleza y bienestar hechos con ingredientes naturales y sin conservantes, ni parabenos.
Para mí, lo más importante en una crema es la rapidez en la absorción y el efecto que deja en la piel. La línea de productos corporales de Kneipp ha sido un total descubrimiento, las cremas corporales son ligeras, aromáticas y dejan la piel naturalmente suave y sedosa.
Los productos de Kneipp ofrecen diferentes beneficios, gracias a sus aceites esenciales y productos naturales cada producto tiene una utilidad: sueño, relajación, bienestar o aromatología.
Si los aromas son tu debilidad, te invito a combinar el gel de ducha con la crema corporal. El aroma y sensación que aportan los aceites esenciales de la manteca de karité, la lavanda, la almendra o la flor de naranjo son una experiencia de aromaterapia.
Antes de irme os quisiera recomendar sus bálsamos labiales, Aitana y yo los hemos probado y estamos encantadas. Hecho con 100 % productos y aceites naturales y el packaging está hecho de corcho reciclado de los desechos de la producción de corchos para la industria del vino. ¡Bravo Kneipp!
Puedes comprar Kneipp en farmacias, perfumerías online o en amazon.