Siempre quise ser lacia y rubia, nací en una familia de rubios de ojos claros siendo la única morena en casa y solo Dios sabe cuántos años tardé en encontrarme a mí misma. Nunca estuve contenta con el color de mi pelo, siempre tiñéndomelo con mechas rubias, mechas castañas, mechas rubio cenizo… todos los rubios, hasta el platino. Al mismo tiempo intentaba llevarlo siempre liso, liso japonés, liso esponjoso, liso con las puntas hacia fuera… todo tipo de lisos. En el camino de aquello, me quedé embrazada, ahí tuve la primera caída más radical de pelo que jamás imaginé. Eso me asustó mucho porque no podía hacer nada para evitarlo. Mientras más me estresaba, más pelo seguía perdiendo. Lo intenté de todo y con el tiempo el pelo volvió a crecer, aunque nunca volvió a ser el mismo. Casi 10 años después volví a quedar embarazada por segunda vez. Esta vez perdí pelo mientras daba de lactar, hasta llegué a tener huecos por algunas zonas que por suerte pude ocultar. Fue entonces cuando tomé las riendas del asunto y empecé a llevar el pelo más corto: así podría manejarlo y cuidarlo mejor. También dejé de teñírmelo tanto, a menos que sea en peluquerías que usen tintes a base de productos naturales como Avene. Dejé de alisármelo y empecé a llevarlo más natural, empecé a ser yo. Al tener el pelo fino, poca cantidad y la cara tan pequeña la peluquera me recomendó llevarlo tipo short / long bob, no más largo. Poco a poco fui aprendiendo a manejarlo, a rizarlo con o sin plancha, a probar varios productos hasta encontrar el indicado. Busqué en blogs, miré tutoriales, pregunté a cada persona que tuviera el mismo tipo de pelo que yo y así, poco a poco fui conociéndome mejor. Todavía sigo alisándome el pelo una vez a la semana usando la temperatura mínima de la plancha y siempre con un protector de calor pero la mayoría de días lo llevo rizado, al natural, aunque a veces parezca que ni siquiera me he peinado. Pronto les pasaré un post con tutoriales y los productos que me atrevo a recomendar: pastillas anti caída, serums, cremas, protectores, rulos, planchas, shampoos y mascarillas. Por ahora las dejo con unas imágenes que al menos a mí me sirvieron para tener una idea de cómo podría peinar mis plumillas (así llamo a mi pelo) y que queden bien. Recuerden que los rulos (o ruleros) son una buena y barata opción para no estropearse el pelo con el calor de la plancha.

Gracias por pasarse, espero que este post les haya servido. Si quieren recomendar algún producto o compartir su opinión por favor no duden en dejar sus comentarios, todos y cada uno de ellos significan mucho para mí.

Nos vemos

Mila

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